LA CAVERNA DE PLATON
Angel Judas Salazar
Si puedes, imagina amigo Glaucón,
una cueva profunda donde no llega el sol.
Desde niños, hombres con cadenas atados,
teniendo a su lado la luz de una lumbre.
En sí obligados a mirar al frente,
tras un tabiquillo las cosas se mueven.
Que extraña escena y que extraños reos,
la esencia de todo, las formas envuelven.
Un teatro al fondo de las vidas mismas,
proyecta de cosas sus sombras difusas.
Una rosa, un clavel,
discuten profundo las sombras del mundo
que aparentan ser.
Colmado de honores
al que más acierte
o lleve la suerte
de algunos hombres.
¿Y si sueltan a uno amigo Glaucón, y lo sacan afuera donde da la luz?
Lloraría maestro con dolor y miedo,
perdiendo la vista al salir al sol.
Más vería después cosas verdaderas
que la oscura cueva le impedía ver.
Si pasado un tiempo volviera el hombre
sentiríase torpe a distinguir el bulto.
¿Si contara entonces lo que vio afuera, tomarían por falso lo que este cuenta?
Así es, dijo mirando a Platón,
tomarían por malo el salir al Sol.
Y sentiría la pena en lo más profundo,
y atado en la cueva soñaría el mundo.
Pues esa es la vida del hombre de ahora
creyendo en las sombras que le dan las cosas.
No acaba aquí el mito, sino que Sócrates hace entrar de nuevo el prisionero al interior de la caverna para que dé la buena noticia a aquella gente prisionera de la oscuridad y esclavizada, haciéndoles partícipes del gran descubrimiento que acaba de hacer, a la vez que debe procurar convencerles de que viven en un engaño, en la más abrumadora falsedad.
Infructuoso intento, aquellos pobres enajenados desde la infancia le toman por un loco y se ríen de él. Incluso, afirma Sócrates, que si alguien intentase desatarlos y hacerlos subir por la empinada ascensión hacia la entrada de la caverna, si pudiesen prenderlo con sus propias manos y matarlo, le matarían; así son los prisioneros: ignorantes, incultos y violentos.
Por lo que podemos deducir que los prisioneros no serían participes de abadonar la caverna, quedándose el interior sin saber realmente que hay fuera, sin conocer la verdad.
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Más Platón y menos tele...Imaginaros por un momento que a partir de ya, todas las cadenas, las antenas de televisión y los televisores del mundo dejasen de funcionar…
Yo ahora mismo tengo en mente concretamente mi bloque, mis vecinos, sus poliadicciones y la puñetera TDT…
Emulando a Calderón de la Barca en su obra de teatro La vida es sueño, obra inspirada también en la Caverna de Platón, voy a describir a los personajes:
“…cualquier parecido con la ficción, es pura realidad.”
Segismundo: Muy reflexivo, secretamente alterado por la existencia de su padrastro. A lo largo de la obra, va evolucionando. Al principio busca la venganza, pero luego aparecen en él ciertos rasgos de humanidad (al perdonarle la vida a Clotaldo demuestra que ha cambiado y logra vencer a su destino).
Ahora se gana la vida como una persona normal, como dependiente en un todo a 1 €.
Clotaldo: Uno de los más odiosos personajes, machista, maltratador, vividor, fumeta, esquizofrénico diagnosticado, pseudo controlado a base de pastillas… con tres dientes de oro luciendo en su repugnante e inquietante sonrisa.
Habiendo ejercido de chulo macarra toda su vida, ahora se dedica fumar marihuana, a maltratar a su mujer, a sus perros, a los pequeños trapis y a cotorrear todo el día de lo muchísimo que sabe de la vida y tratando de aparentar poder y dominación sobre todo aquel que se atreva a existir en 20 m a la redonda (es tan vago, que esa sería la máxima distancia que recorre a pie).
Basilio: No vive en el bloque, pero necesita de alguna casa donde mandar…así que, utiliza la casa de su madre viuda, que vive con su otra hija solterona, muy buena persona, pero boba y sometida a sus hermanos machos, pese a que renunció a casarse por no entregar su vida a un hombre (de fuera de su casa...).
Pelotilla de Clotaldo y traficante de medio pelo. Es débil, tonto, bocazas e indeciso. Y no soporta la existencia a su alrededor de personas inteligentes y que no se amedrentan ante sus chulerías, especialmente si son mujeres y pelirrojas.
Lo primero que hace es llamarlas tontas delante de quien sea y su frase favorita “ a mi no me grites…¿o es que vienes de la montaña?” Como si el que viene de una montaña fuese más asilvestrado que él mismo.
Rosaura: Dirigente del “Komando mirilla” del grupo terrorista ALKA-HUETA.
De unos 70 años de edad, con una coleta rubia teñida, las puntas abiertas y resecas…resequísimas, (como una muñeca Rosaura, pero de los chinos), colesterol a tope, fumadora empedernida y gafas de sol enormes estilo famosa, pero muy sucias…
Instigadora, cotilla, embustera, meticona, acosadora y otras lindezas que no puedo describir, por desconocimiento de adjetivos adecuados, susceptibles de retratar a tan detestable persona…quiero decir, personaje. Debe tres meses de piso y dos años de cuota de escalera.
Estrella: Consorte “de hecho” del malvado Clotaldo y madre de Segismundo. Exprostituta , (aunque el la sigue chuleando y viviendo de ella...) alcohólica, bipolar diagnosticada, controlada a base de Prozac, maltratada física y psicológicamente.
Actualmente se dedica al hurto por encargo, a amenazar de muerte a las asistentes sociales, a llorar, a gritar que nadie la quiere y en contadas ocasiones a perder su mirada en el infinito…todo lo infinito que le permiten los bloques de enfrente, ya que tiene prohibido salir sola del piso, bajo amenaza de penosa muerte por parte de su temido Clotaldo.
Astolfo: Hermano oligofrénico de Basilio, alias “Bataman” (sale en bata, zapatillas y pijama de rayas a la portería. Siempre sobre las 7 de la tarde, hora a la que se levanta, ya que trabaja “de noches”. Abre la puerta y deja su bata ondear al viento del atardecer…). Fuma y vende mucho hash y perfumes robados y supongo que otras mercancías bajo pedido…
Clarín: El bufón de la corte. Tonto, vago y carente de “lo que hay que tener” para traficar como el resto. En vez de trabajar, prefiere consagrar su vida diariamente a la Iglesia evangelista de Philadelfia o “er curto” como le llaman ellos.
Tiene 34 años y 4 hijos y debe 2 años de piso y tres de cuota de escalera. Su mujer estuvo viendo la tele durante más 15 días y 15 noches, gracias al transformador de mi Epilady…no me lo devolvió hasta que los pelos de mis piernas salieron hacia el rellano y lo trajeron otra vez hasta mí.
La bebida preferida de su niña de dos años es la “Coacolaaaa friggkitaaaahhh…” con cafeína. Se la ponen en el biberón sobre las 9 de la noche, para que no llore y tenga dulce sueños. Eso sí, después de cenar “er cardito” hecho con una taza de agua caliente y una pastilla de Avecrem...supersano para un bebé.
Y yo: Los que me conocéis ya sabéis que tipo de persona soy. Aunque la única diferencia que quiero establecer entre ellos y yo, es que yo no soy adicta a la tele y ellos si.
Serían capaces de matarme, cuando sepan que ahora por tratarnos mal a David, a Eduardo y a mí, se acabo lo que se regalaba.
Estoy muy asqueada, cabreada y ofendida, pero no soy asistente social.
Por mis GÜEVOS que se van a tener que buscar la vida, si quieren tener TDT, antena nueva o lo que demonios necesiten para seguir siendo “prisioneros de la caverna”.
Se me ha gastado mi caridad, mi solidaridad y mis ganas de ayudar a los “desfavorecidos”, al menos a los de mi escalera.
Ya no voy a hacer nada más por ellos, por sus pobres y penosas vidas sin vida, ni por sus televisores.
Yo prefiero ver la vida en directo.
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