VERDI ES DIABÉTICA.
Aunque quiero creer que hemos empezado el año mejor de lo que lo acabamos, durante la última semana de Enero nos han dado una mala noticia. Hemos sabido que nuestra gatona Verdi es diabética.
Tras un montón de visitas a dos clínicas veterinarias diferentes, al menos 5 veterinarios diferentes, tiras reactivas, análisis de orina, de sangre, ecografías abdominales, pinchazos en el cuello, termómetros en un lugar de cuyo nombre mi gata no quiere acordarse, atragantamientos con pastillas, con antibióticos, con agua y comida administrada con jeringuilla y otras perversiones con el pobre animal...estamos pinchándole insulina humana dos veces al día.
El estrés que ha pasado la pobre Verdi, no se lo deseo ni mi a peor enemigo...
Nosotros también lo hemos pasado mal. Pero lo que más me ha molestado de todo esto, es que pese a que si bién, cada profesional puede tener un criterio diferente, no he visto muy lógica la manera de actuar de algunos de los veterinarios que la han atendido. Dándome la sensación de que iban haciendo, sin ningún objetivo claro, salvo el de "mantente mientras cobro" y sin explicarnos el problema con transparencia y sinceridad.
Si hubiésemos ido a un gran HOSPITAL VETERINARIO desde el principio, aunque es notablemente más caro que la consulta del barrio, nos habríamos ahorrado sufrimiento, tiempo y dinero.
Además, me ha causado mucha intranquilidad y decepción, el darme cuenta de que en esas consultas están limitados para realizar según que tratamientos y que ni el instrumental ni los medios de los que disponen en general son los apropiados para animales en estados graves o enfermedades complicadas.
Mi consejo es este: Para vacunas, primeros diagnósticos, alimentación, pipetas y cosas normales, la clínica del barrio es perfecta...para todo lo demás, HOSPITAL VETERINARIO.
Solo espero que Verdi mejore y aunque tenga que seguir un tratamiento de insulina para siempre, haremos lo posible para que su vida y su dieta, sea la mejor que pueda tener.
En mi opinión, esa es la obligación que tenemos que asumir para con los animales de los que nos hacemos responsables y de los que nos rodean. Y en general para con todos los seres vivos del planeta, sin excusas ni argumentos estúpidos disfrazados, que se dicen con la boca grande, como "cultura", "arte", "tradición", etc.
Dedico esta entrada a mi hermana Elena, que nos dió a Verdi para que la cuidásemos y disfrutásemos de ella como lo estamos haciendo y a Rupert por la rápidez con la que nos ha conseguido las medicinas para ella.
También la dedico a todas aquellas personas que hacen lo posible para que los animales que les rodean pasen por este mundo lo más digna y felizmente posible, como mi hermana Anna, mi hermano Jose y mi cuñada Olga, su veterinaria Diana, mis padres y...también Rosana F.G.
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