Basada en la receta del blog I-RECETAS
Ayer, ultimo día de otoño, mi padre se fue a dar un paseito por el Montseny y trajo un surtido de las poquitas setas que quedan ya.
Así que hoy, que mejor que empezar el primer día de mis vacaciones de Navidad, haciendo un estupendo risotto de setas.
No es un plato ligero, tiene bastante grasa, ya que se utiliza mantequilla, queso y nata liquida.
Pero un día es un día, y además si haces deporte y normalmente llevas una dieta sana y no comes más de lo que necesitas, no tiene ninguna repercusión negativa. Todo lo contrario, estaba buenísimo y ahora estoy contentísima.
Hoy David trabajaba. Cuando ha llegado se ha encontrado uno de sus platos preferidos de comida italiana, le ha encantado.
Otro día probaremos con el de tres quesos y gambas. No es nada complicado, de hecho, no me esperaba que fuera tan sencillo hacerlo.
Ingredientes
1 taza de arroz.
4 vasos de agua mineral. 4 partes por 1 de arroz, aproximadamente
Setas: en este caso, escarlets, parasoles, pico de perdiz, capuchina y algún trocito de níscalo. Los mas bonitos los he dejado para la brasa y han acabado como toque final de la decoración del plato.
1 cebolla no muy grande.
½ vaso de vino blanco.
½ vaso de nata líquida, aproximadamente.
Un trozo de mantequilla.
Queso parmesano rallado. Bastante cantidad.
El agua se va echando poco a poco, son necesarias unas cuatro partes, pero se puede ir tanteando.
El tipo de setas dependerá de donde conseguirlas. En la receta en la que me he basado del blog I-RECETAS, Pepinho utiliza setas secas.
Nota: (La traducción del catalán al castellano de los nombres de las setas, puede que no sea correcta).
Elaboración
En una sartén ponemos aceite de oliva virgen. Se puede usar mantequilla pero lo haremos al final, para darle más sabor.
Cuando el aceite esté caliente, ponemos la cebolla picada. Dejamos dorar unos 2 minutos. Echamos las setas escurridas y saltemos otros dos minutos.
También podría echarse ajo, yo he puesto uno muy pequeñito bien triturado para que se mezcle totalmente. Pepinho no utiliza, porque realmente las setas tienen ya muchísimos aromas.
Medimos el arroz y cuatro partes del agua mineral. La calentamos, para poder ir echándola bien caliente, a medida que la vaya necesitando el arroz. Salteamos el arroz con las setas y la cebolla. Le damos unas vueltas para que después, durante la cocción, no se rompa.
Echamos el vino blanco. Dice Pepinho que un albariño u otro vino de calidad son estupendos. Yo he usado medio vasito de Raimat chardonay del Penedes, que quedo de anoche.
Salamos un poco, rectificaremos al final. Reducir durante unos minutos, en este punto es importante ser paciente, de lo contrario se notaría el sabor agrio del vino. Una vez reducido el vino, incorporamos algo así como un cucharón del agua (caliente) y con ayuda de una cuchara de madera, o una espátula, vamos girando el arroz con cariño.
La idea es crear una sustancia ligada. Cuando se reduzca el líquido lo suficiente, echamos más, siempre caliente. No tiene que quedar muy pastoso, más bien la idea es de algo ligado como una salsa.
Este proceso durará en torno a unos 20 minutos. Removemos lentamente, echando poco a poco el agua a medida que el arroz la vaya absorbiendo.
Así, poco a poco y con la calma, se genera esa sustancia un poco gelatinosa que liga todos los ingredientes. Pepinho explica, que es por la amilasa, que se desprende del arroz, quedando este muy cremoso; realmente ligado.
Probamos de sal, rectificamos si es necesario y cuando esté casi hecho, echamos la nata líquida, removemos y poco después, la mantequilla y el queso parmesano.
Si es necesario podemos echar más nata líquida. Este proceso final ya puede realizarse fuera del fuego.
Y mañana ayudare a mi madre con los “Canelons”, estoy muy contenta. Tengo muchos días para ir a la montaña, ir al gimnasio, cocinar ir a mirar herramientas de todo tipo…
me pasare por Els encants, siempre encuentro algún tesoro muy bien de precio.
FELICES VACACIONES A LOS QUE LAS TENGÁIS Y FELICES FIESTAS A TODOS
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario